Les prometo que van a alucinar con esta sencilla y deliciosa receta de salsa satay, que tiene tan solo 4 ingredientes y que es súper rápida y fácil de preparar.
Como saben, me encanta la comida thai (muestra 1, muestra 2), y la salsa satay es un componente clave en muchísimos platos de esta cocina. Es por eso que hoy les traigo mi versión sencilla y rápida de salsa satay, que me fascina por lo versátil y deliciosa que es: puedes usarla como dip para untar lo que se te ocurra, o bien para bañar o acompañar otros platos… el cielo es el límite en lo que a usos para esta cremosa salsa respecta.
Para hacerla sólo necesitas 4 ingredientes sencillos, que de seguro ya tienes en tu despensa saludable:
- Cebolla.
- Mantequilla de maní casera (que puedes reemplazar por mantequilla de almendras casera si buscas darle un twist novedoso a esta receta).
- Leche de coco casera.
- Salsa de soya (ó tamari si estás buscando una alternativa libre de gluten).
En tan solo 15 minutos tendrás una salsa cremosa y sumamente adictiva. Esta receta es para 3 tazas, que a buenas y primeras suena como un montón, pero créeme que esta salsa satay desaparecerá en un abrir y cerrar de ojos porque enamora a quien la pruebe… y no te faltarán usos para darle. Ahora bien, si prefieres hacer la mitad de la receta, todas las medidas de los ingredientes son fácilmente divisibles por 2.
¡Ojo con las notas de la receta!
Ingredientes
- 1/2 cebolla.
- 2 1/2 tazas de leche de coco casera (divididas).
- 2/3 de taza de mantequilla de maní casera.
- 1/4 de taza de salsa de soya (ó de tamari para una opción sin gluten).
Instrucciones
- Picar la cebolla en cubitos lo más pequeños posibles. Reservar.
- Calentar una sartén grande a fuego alto. Cuando esté bien caliente agregar la cebolla (no hay que agregar aceite), y bajar el fuego a medio. Revolver constantemente durante 3 a 5 minutos, o hasta que la cebolla esté traslúcida. Si notas que la cebolla se empieza a pegar al fondo de la sartén, empieza a agregar un poco de la leche de coco.
- Cuando la cebolla esté lista, bajar el fuego al mínimo, y agregar la mantequilla de maní junto con la salsa de soya, y 1/2 taza de leche de coco. Revolver bien para incorporar. Cuando esté homogéneo (no deben quedar grumos de mantequilla de maní), agregar 1/2 taza más de leche de coco, y repetir este proceso hasta usar la leche por completo.
- Usar la salsa satay de inmediato, o guardar refrigerada en un recipiente hermético por hasta 5 días.
Notas
- Para hacer esta salsa satay es necesario usar leche de coco casera, el resultado no será igual con leche de coco comprada.
- Puedes agregar un poco de jengibre fresco rallado o en polvo, a gusto, para darle un kick extra de sabor a la salsa.
- También puedes agregarle un poco de pimienta de cayena si la prefieres picante.
- Ojo, la salsa debe cocinarse a fuego mínimo, revolviendo constantemente, y en lo posible no debe dejarse hervir.
- Es normal que al enfriar la salsa, se forme una pequeña costra. Para eliminarla, puedes revolverla o calentarla a fuego bajo sin dejar que la salsa hierva.
Su
Se pasó lo sencilla, deliciosa y rápida que es esta salsa. Súper recomendable. Miles de gracias por todo lo que compartes.