Es indiscutible que el Aperol Spritz se apoderó de cuanto aperitivo y happy hour que ha habido este verano… pero creo que cuando prueben una Mentarina, inevitablemente se transformará en su trago favorito 😉
Y cómo no, si le lleva mandarinas caramelizadas + menta + kombucha y/o agua tónica + ron blanco infusionado en naranja.
Puras cosas buenas.
Una verdadera delicia…
No recuerdo bien cómo nació la idea de caramelizar mandarinas en azúcar de coco, y de mezclarlas con menta y ron blanco y kombucha, pero francamente no importa.
Lo único relevante es que la Mentarina llegó para quedarse.
Uno días antes de que la Mentarina viera la luz, encontré por Facebook un nuevo emprendimiento de kombucha en Santiago, asi que al tiro hice un encargo. No se imaginan mi emoción!
El kombucha es un té levemente endulzado y fermentado con un cultivo simbiótico especial de bacterias y levadura, lo que lo hace ser una excelente fuente de probióticos naturales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los probióticos son «microorganismos vivos que, cuando son suministrados en cantidades adecuadas, promueven beneficios en la salud del organismo hospedado» (o sea, uno mismo 😉 ).
La palabra probiótico tiene origen griego y significa literalmente «pro vida», siendo el antónimo de antibiótico.
Estos microorganismos o bacterias buenas son capaces de sobrevivir en nuestros intestinos, y ayudan a mejorar el equilibro de nuestra flora intestinal.
Este desequilibrio se produce ya que las bacterias «malas» se alimentan de los azúcares y otros alimentos refinados que abundan en nuestras dietas; en tanto que los probióticos se alimentan de prebióticos que están presentes en alimentos que no solemos consumir (que no te preocupe el azúcar en este delicioso te, ya que ésta se consume casi por completo en el proceso de fermentado).
En general, todos los alimentos fermentados y crudos (es decir, no sometidos a más de 42ºC) contienen probióticos. Así, además del kombucha, el miso, chucrut, kimchi, yogur de pajaritos, pepinillos, etc, son buenas fuentes de probióticos.
Los prebióticos (la «comida» de los probióticos) son básicamente un tipo de fibra presente en varios alimentos que probablemente ya consumes, tales como ajo, cebolla, espárragos, plátanos, etc.
Es importante consumir tanto alimentos altos en probióticos como en prebióticos!
Además de contribuir a nuestra salud digestiva, los probióticos están relacionados al fortalecimiento del sistema inmune ya que están ligados a un aumento de linfocitos. Además, diversos estudios han demostrado su incidencia en la disminución tanto de alergias, como infecciones al tracto urinario, e incluso obesidad (aunque esto último no goza de mucho sustento empírico).
He sabido de muchísimos doctores que se están poniendo al día con los descubrimientos recientes en esta materia, y recetan el consumo de probióticos a sus pacientes como parte de un estilo de vida saludable. Yo tomo por orden de mi doctor, y hace poco se me acabó el frasco y no he tenido minuto para volver a comprarlos… y realmente siento la diferencia. Conversa de este tema con tu doctor la próxima vez que lo veas!
Pero bueno, volviendo a la Mentarina, mi pedido de kombucha estuvo listo el mismo día que iba a sacar las fotos para la página, y se me ocurrió hacer dos versiones más aparte de la clásica: una totalmente libre de alcohol, y una con ron y kombucha.
Todas quedaron exquisitas.
Así que no hay excusas para no probarla 😉
A que no se te antoja una?

Ingredientes
Base:
- 2 mandarinas.
- 1 cucharada de azúcar de coco.
- 1 puñado de hojas de menta.
- 2 tazas de hielo frappé.
Versión 1 (naughty):
- 2/3 taza de de ron blanco (yo usé uno infusionado con naranja).
- Agua tónica para llenar el vaso.
Versión 2 (miti-miti):
- 2/3 taza de de ron blanco (yo usé uno infusionado con naranja).
- Kombucha para llenar el vaso.
Versión 3 (nice):
- 1 1/4 tazas de kombucha.
Instrucciones
Base:
- Partir las mandarinas por la mitad.
- Cubrir la parte jugosa con azúcar de coco.
- Calentar una sartén, y cuando esté bien caliente poner las mandarinas boca abajo. Caramelizar a fuego medio-bajo por 1 o 2 minutos (hasta que queden del color de la foto que sale mas arriba).
- Partir cada mitad de mandarinas en cuartos.
- Disponer los cuartos de mandarina caramelizada en un mixer junto con las hojas de menta y machacar bien para soltar todos los jugos y aceites.
Versiones 1 y 2:
- Agregar al mixer el ron blanco y agitar.
- Servir esta mezcla en dos vasos. Agregar hielo frappé, y completar el vaso con agua tónica ó kombucha.
Versión 3:
- Agregar al mixer 2/3 de taza de kombucha, y agitar bien.
- Servir la mezcla en dos vasos. Agregar hielo frappé, y completar con kombucha.
Notas
Mi favoritaaaaaa
😀