Esta es de esas recetas que nacen de la «desesperación creativa». De esos días largos e intensos donde al final del día ya no queda cabeza ni energía para lavar, pelar, picar…
En este caso en particular mi día partió con el susto de que el servidor del blog antojadizamente me suspendió la cuenta, así que estuve gran parte del día conectada a Skype escuchando lo importante que soy como cliente, y cuando lograba hablar con alguien, me transferían «a la persona adecuada». Súmenle la lectura de 300 páginas de un libro + 4 artículos para una sesión socrática de mi clase de Derechos Humanos, y la sorpresa de que al salir a las 6 de la tarde llovía a la antigua… después de que hubo casi 30 grados de calor durante el día, y yo en short y chalitas. El taxi de vuelta a la casa salió desproporcionadamente caro considerando lo corto del trayecto.
Así que a las 7, con hambre, frío, cansada, y -lo admito- un poco frustrada con la vida, lo único que quería era echarme en mi spot favorito del sillón a ver algún programa basura de televisión (guilty pleasure).
Por suerte mi yo del pasado suele ser muy considerada con mi yo del futuro, así que siempre deja cosas preparadas para simplificarle la vida (no puedo creer que acabo de auto referirme en tercera persona, ¡qué espanto!).
Esta vez tenía hecho arroz integral en grandes cantidades, y un camote de emergencia.
Porque en serio, ¿hay algo más salvador que un camote? En menos de una hora al horno tienes una comida exquisita y sabrosa.
Mi forma favorita de comerlos es recién salidos del horno, partidos por la mitad, y rociados con tahini-limón y pimienta fresca molida. Una maravilla. O en bastoncitos al horno, tipo papa frita, con la proporción perfecta de crunch y cremosidad…
Crunch y cremosidad. Esa es la clave de la perfección en tantas recetas (brownies, anyone?), y quizás fue lo que me inspiró a crear esta. O quizás fueron las ganas de imitar a la mamá cansada que calienta una bolsa de nuggets/bastoncitos de pescado en el hornito eléctrico cuando ya no quiere más de la vida y así los niños quedan felices.
No lo sé.
Sólo sé que estos «nuggets» fueron justo lo que necesitaba comer.
Son:
– crujientes,
– cremosos,
– sabrosos, y
– perfectamente picantes.
Tienen sólo 2 ingredientes que fácilmente se pueden tener preparados de antes para facilitar las cosas, y se aliñan con el siempre salvador cajún spice.
Y son ricos, muy ricos.
Sobre todo comerlos con la mano viendo televisión.
¿Se necesita algo más?
Yo creo que no 😉
Ingredientes
- 1 1/2 taza de camote cocido molido.
- 2 1/2 de arroz integral cocido.
- 1 cucharada de cajún spice.
- 1 cucharadita de sal rosada.
Instrucciones
- Precalentar el horno a 180 ºC.
- Alistar la bandeja del horno con papel mantequilla, silpat, u otro antiadherente.
- Mezclar bien todos los ingredientes, y con la ayuda de dos cucharas formar nuggets.
- Poner en la bandeja, y hornear por 30-40 minutos, o hasta que estén crujientes por fuera.
Notas
Si los quieres más crujientes puedes usar la opción grill de tu horno en los últimos 10 minutos de cocción.
Soledad Lavados
Hola Augusta:
Soy la Sole, la mamá de la Maca. Ella me sopló que habías hecho este blog y quería felicitarte por tu buena idea. Me encantó tu sinceridad al escribir, sin poses y contando las ganadas y las perdidas, tal como es la vida.
Además ricas y distintas las recetas. Ojalá publiques periódicamente.
Un beso grande.
Sole
Augusta
Hola Sole!
Qué rico que te haya gustado el blog, valoro mucho tus comentarios.
Planeo subir una o dos recetas a la semana, todas de menos de 10 ingredientes (lo menos procesados posible) y que estén listas en 30 minutos.
Si preparas alguna receta por favor cuéntame cómo te va 🙂
Cariños,
Augusta
Diego
Buenas! Hace días llegue a tu blog y me encanta todo! Te felicito! Tengo una duda, cuando dices» camote cocido molido» haces un puré o algo así? Como lo cocinas ?
Muchas gracias por tu tiempo!
Augusta
Hola Diego! Así es, se cocina (en agua, al horno, al microondas o como quieras), se pela y se muele 🙂
Cuéntame si los haces!