Es innegable, están en todo Instagram.
Los colores son increíbles, y con tanto topping parecen verdaderas obras de arte.
Son los smoothie bowls.
En qué se diferencian de un smoothie normal, te preguntarás. Fácil: en que son tan densos que es mejor comérselos con cuchara. En un bowl. Con harta cosa rica y colorida por encima.
El verano trae consigo muchísimas frutas exquisitas: duraznos, damascos, sandías, melones, frutillas, arándanos, frambuesas, ciruelas… y mangos.
Hasta hace un par de años costaba encontrar mangos en el supermercado en Santiago. Por suerte eso ha cambiado, y hoy los encuentras prácticamente en cualquier parte.
Acá en Australia hay muchos tipos distintos. Ayer compré unos maravillosos, los Calypso. Son perfectamente naranjos, suaves, y muy muy aromáticos. Su carne es de un color amarillo precioso, y de sabor son dulces con un pequeño dejo acido.
Como creo que en la cocina hay que respetar el sabor de cada ingrediente, resaltándolo, se me ocurrió partir mi mañana con un rico smoothie bowl.
Con un plátano, un mango, y un poco de agua (o agua de coco, si tienes la suerte de tener a mano) puedes hacer el desayuno perfecto para llenarte de energía y partir bien el día.
Además, decorar los platos es bien terapéutico. Mindfulness, anyone?
Último tip: puedes usar mango y plátano congelados, para que tu smoothie bowl sea aun mas cremoso!
Ingredientes
- 1 mango, pelado y en trozos.
- 1 plátano.
- 1/4 de taza de agua o agua de coco.
- Opcional: 1 cucharada de maca.
- Toppings (opcionales): coco rallado, kiwi, granola, goji berries, rollitos de dátiles y coco, frambuesas, ¡o lo que se te ocurra!
Instrucciones
- Poner todos los ingredientes en la licuadora, y licuar hasta que esté bien cremoso y homogéneo.
- Servir en un bowl con los toppings que prefieras.
Notas
Puedes agregar más agua para licuar si fuese necesario, y así ajustar la textura a la que tu prefieras.
Has probado partir tu día con un smoothie bowl? Cuál es tu combinación favorita?
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