Precalentar el horno a 180ºC. Preparar una lata de horno con silpat o papel mantequilla. Reservar.
En un bowl mediano, mezclar todos los ingredientes secos. Reservar.
En un bowl pequeño, mezclar bien todos los ingredientes húmedos. Incorporar al bowl con los ingredientes secos y mezclar hasta obtener una masa homogénea.
Con la ayuda de una cuchara para servir helados, formar bolitas de masa del mismo tamaño. Darles forma de pelota y con el dedo pulgar hacer una hendidura en cada una.
Rellenar cada hendidura con 1/4 a 1/2 cucharadita de mantequilla de maní casera. Cerrar cada galleta, volviendo a darle forma de bolita.
Disponer las bolitas en la lata de horno preparada (no es necesario separarlas mucho, ya que no se expanden). Hornear a 180ºC por 10 a 12 minutos.
Sacar del horno (estarán frágiles, pero se afirman con el tiempo) y dejar enfriar en la lata por 20 minutos. Traspasar a una rejilla y dejar que se enfrien por completo.
Conservar a temperatura ambiente en un recipiente hermético por hasta 7 días.