Esta receta es parte del Especial: Lo Mejor de India.

Créanme que no exagero cuando afirmo que este arroz es lo más rico que hay.

La receta original la descubrió mi papá por internet (aquí el link a ella), y nosotros la hemos adaptado un poco para hacerla nuestra.

Ni se imaginan el olor delicioso que inunda la casa cada vez que preparamos este exquisito arroz, gracias a las cebollas fritas en canela, cardamomo, comino, y clavos de olor… ¡Es una delicia absoluta!

Todas estas especias son básicas en la cocina ayurvédica.

¿Qué es la cocina ayurvédica?

El ayurveda es el sistema hindú tradicional de medicina. Su nombre proviene del sánscrito ayur (vida) y veda (ciencia o conocimiento), lo que nos da un indicio de su paradigma. Esta verdadera ciencia de la vida aboga por ir más allá del tratamiento específico de una enfermedad puntual, y ve principalmente en la alimentación y en la respiración, mecanismos para equilibrar cuerpo y mente.

Cada persona es un mundo, y por ende tiene una conformación de cuerpo-mente distinta, que requiere de distintas cosas para alcanzar su equilibrio perfecto.

La cocina ayurvédica hace énfasis en que somos lo que comemos, y en ella, las hierbas y especias juegan un rol fundamental gracias a sus múltiples propiedades.

Es por ello que los masalas o mezclas de especias son la base de cualquier platillo indio: no solo aportan interesantes capas de sabor, sino que además contribuyen a equilibrar nuestro sistema vital.

En cada casa en India hay al menos un masala dabba, o contenedor con varias especias enteras y molidas, que sirven de base para cocinar. No hay tal cosa como las mezclas de curry ya hechas, y esa es precisamente, a mi gusto, la razón de por qué los platos indios son tan ricos y complejos en sus sabores.

En este caso usamos canela, cardamomo, clavo de olor, comino, y cilantro fresco (opcional). Idealmente los usamos enteros, pero no hay ningún problema en usar la versión en polvo que probablemente es más fácil encontrar en nuestras despensas.

Los beneficios de las especias que usamos.

Canela: la canela tiene un efecto regulador del azúcar en la sangre. Además, ayuda a reducir los niveles de colesterol, tiene efectos antiinflamatorios (combinada con miel es espectacular), y se dice que también mejora las funciones cognitiva y de memoria.
Cardamomo: aunque es poco conocido, es de mis especias favoritas. ¡Te recomiendo a full que te hagas de un frasquito de cardamomo en polvo! Los antiguos egipcios, griegos, romanos, y árabes usaban el cardamomo con fines afrodisíacos. Hoy se ha descubierto que además de ser un potente afrodisíaco, el cardamomo es un potente inhibidor de la formación de mucosas que provoca el consumo de lácteos, promueve la eliminación de cafeína del cuerpo, y despeja las vías respiratorias. A nivel mental, esta especia estimula la mente, da claridad y alegría.
Clavo de olor: ayuda a la digestión, desinfecta las linfas, es antioxidante, antiinflamatorio, y afrodisíaco.
Comino: los beneficios del comino en la digestión son tremendos. Es además un potente anticancerígeno y antioxidante, además de (adivinen…) afrodisíaco.
Cilantro: amo el cilantro por su inconfundible y fresco aroma, y por su gran poder como eliminados de metales pesados.

Las claves de esta receta.

Ojo con las dos técnicas clave que usamos para preparar este arroz:

Remojar el arroz basmati: el arroz basmati tiene un particular y exquisito aroma propio que tiende a desvanecerse al ser sometido a calor. Esos compuestos de aroma propios del arroz basmati se preservan mejor al absorber agua cuando se remoja el arroz previo a cocinar. Otra ventaja es que al remojar el arroz, el tiempo de cocción se reduce considerablemente.
Freír las especias: al freír las especias (sean enteras o en polvo) en alguna materia grasa (de preferencia aceite de coco o ghee), ellas liberan sus deliciosos y complejos aromas, lo que crea una primera capa de sabor en este arroz. Cuando luego freímos la cebolla en este aceite especiado, el resultado es espectacular. Se van a acordar de mí cuando lo hagan y sientan ese increíble olor inundando la cocina…