En mi opinión, uno siempre debiera tener un poco de pesto casero en el refrigerador o en el congelador. ¡Cómo no, si lo mejora todo!
Sea mi pesto rojo de piñones, o este increíble pesto de espinaca, hay un sinfín de cosas que puedes hacer con él para transformar una comida rápida y sencilla en un plato espectacular (como éste).
Esta receta la inventé como parte de mis colaboraciones para el blog de Hurom, y es la de un clásico pesto con albahaca, nueces, ajo, y aceite de oliva, pero decidí agregarle además hojas de espinaca para aumentar su perfil nutricional.
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La espinaca y sus beneficios.
Al igual que todas las hojas verdes, la espinaca es súper alta en proteína, aportando 3 gramos de proteína por cada 100 gramos.
Además, la espinaca es altísima en vitaminas K, A, C, y B, además de calcio, niacina, magnesio, manganeso, hierro, folato, y un largo largo etcétera de cosas buenas. Por ello es excelente para mantener un sistema cardiovascular saludable, y para mejorar nuestra capacidad cognitiva y memoria.
Por ser alta en flavonoides, la espinaca actúa como antioxidante y nos protege de los radicales libres. Los radicales libres son unas moléculas inestables, porque perdieron un electrón, que son altamente reactivas y nocivas para nuestro organismo por cuanto generan la oxidación de nuestras células buscando con ello «equilibrarse». Ellos están presentes naturalmente en varios procesos metabólicos, y en pequeñas cantidades no son nocivos para nosotros. Sin embargo, con la vida moderna estamos muy expuestos a ellos producto de la polución, de la ingesta de alimentos altamente procesados, etc.
En fin, si bien por alguna razón con Popeye nos hicieron creer que al comer espinaca (y enlatada, más encima jajaja) seríamos fuertes, hoy sabemos que esta fantástica hortaliza es efectivamente muy buena para nuestra salud, pero por otras razones 😉
Pesto de espinaca.
Al añadir hojas de espinaca a este pesto no alteramos en nada su sabor, pero mejoramos exponencialmente su perfil nutricional.
Prueba afinándolo con jugo de limón para hacer un rico aliño de ensalada, echándole una cucharada o dos a un hummus básico, mezclándolo con un poco de agua de cocción de pasta para acompañar tu pasta favorita (como ésta), etc.
Si crees que es mucho, puedes congelarlo. Un tip: congélalo en cubetas de hielo y cuando esté congelado, desmóldalo y mantenlo congelado en algún recipiente. Así siempre tendrás pesto casero en porciones individuales a la mano. ¿Qué mejor?
No hay excusas para no probarlo, ¡estoy segura de que te va a encantar!
Recuerda contarme si hiciste esta receta comentando acá abajo y poniéndole nota 😉
Ingredientes
- 1 taza de nueces partidas.
- 2 tazas de hojas de espinaca.
- 1 1/2 tazas de hojas de albahaca.
- 2 dientes de ajo (opcional).
- 1/3 taza de de aceite de oliva extra virgen.
- Sal y pimienta fresca a gusto.
Instrucciones
Con 1,2,3; minipimer; o procesadora de alimentos:
- Poner todos los ingredientes en la procesadora, y procesar hasta formar una mezcla homogénea.
- Guardar en recipiente hermético refrigerado por hasta 1 semana.
Con la Hurom Chef:
- Con el filtro de masas en nuestra Hurom Chef, pasar las nueces para formar una harina.
- Luego pasar las hojas de espinaca y de albahaca, con los dientes de ajo.
- Mezclar todo esto con el aceite de oliva, y salpimentar a gusto.
- Guardar en recipiente hermético refrigerado por hasta 1 semana.
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Funciona gracias a YARPP.
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